La ecuación de Dirac o la llamada ‘ecuación del amor’

¿Qué tienen que ver las matemáticas con el amor?

Si lo exploramos desde el punto de vista espiritual, todo en el Universo está creado con tanta belleza y tanta precisión que esto sólo puede ser un fruto del amor ¿Y las matemáticas? Si hay algo con lo que se puede comparar la perfección del Universo es precisamente con la elegancia, la pulcritud y la exactitud de las matemáticas. 

Paul Dirac (1902-1984) lo dijo mejor:

Las reglas que los matemáticos encuentran interesantes son las mismas que ha elegido la naturaleza.

Dios es un matemático del máximo nivel que usó las matemáticas más avanzadas para construir el Universo

Desde el punto de vista de la física y las matemáticas, a Dirac le debemos la que es considerada la ecuación más bella del mundo y que lleva su nombre gracias a lo que representa para la historia de la física del siglo XX. 

La ecuación de Dirac integra dos de las ideas más importantes de la ciencia: la mecánica cuántica, que describe el comportamiento de objetos muy pequeños, y la teoría de Einstein sobre la relatividad, que describe el comportamiento de objetos en movimiento rápido.

Por lo tanto, describe el comportamiento de las partículas como electrones cuando viajan a casi la velocidad de la luz.

Estéticamente es elegante y simple.

Jim Al-Khalili, Universidad de Surrey en el Reino Unido.

(∂ + m) ψ = 0

Se lee complicado, y en verdad fue todo un hito en su momento. Dirac es uno de los fundadores de la mecánica cuántica reconocido porque predijo la existencia de la antimateria. Dedicó su vida a la carrera científica y obtuvo, junto a Erwin Schrödinger, el Premio Nobel de Física en 1933 “por el descubrimiento de nuevas formas productivas de la teoría atómica”. 

El fundamento de rigor para la ecuación de Dirac puede estudiarse a profundidad en libros y otras publicaciones, pero su impacto ha sido tal que la cultura del Internet la bautizó como ‘La Ecuación del Amor’. 

De manera simple, la ecuación de Dirac describe el fenómeno del entrelazamiento cuántico, que quiere decir que: 

Si dos sistemas interactúan uno con el otro durante un cierto periodo de tiempo y luego se separan, es posible describirlo como dos sistemas separados, pero de alguna manera sutil están convertidos en un solo sistema. Aunque se separen y estén a millones de kilómetros de distancia, o a años luz, se siguen influyendo entre ellos. Uno sobre otro.

En teoría, hay una base científica, pero la explicación es clara y cabe perfectamente en la manera en que concebimos el amor. Al fenómeno de que dos partículas, que en algún momento estuvieron unidas, sigan estando de algún modo relacionadas a pesar de la distancia o aunque se hallen en extremos opuestos del Universo, se le conoce como conexión cuántica. 

La conexión permanecerá y es instantánea. 

Este es el modo en el que funciona la emoción humana que nos hace entablar relaciones con otros y a la que llamamos AMOR. 

¿Qué pensará Dirac acerca de que su ecuación que revolucionó la física circula como teorema del amor en este siglo? Nunca lo sabremos. Pero si esto es cierto, no cabe duda de que el amor puede existir más allá de la distancia. No hablo de amor romántico, sino de amor como la más pura manifestación de la belleza, de la simpleza, de la magia de las conexiones, de la influencia que ejerce un cuerpo sobre otro a pesar del tiempo. De este modo, a la Dirac, el amor es a las matemáticas como las matemáticas a las respuestas de lo que forma el Universo. El Universo es la perfección, por ello es amor. 

Si llevamos la ecuación al juego humano, cada relación de todo tipo que creamos en amor con los otros y con el mundo es una expansión de nosotros mismos. Ese debería ser el fin último de cada ser humano: la expansión amorosa de nuestro ser en todo lo que hacemos y con cada una de las personas con quienes nos relacionamos. 

El amor no es una atadura, sino un intercambio energético que, en expansión, trasciende y alcanza a otros permanentemente

Si te has separado de otra partícula y la distancia se torna oscura (o dolorosa), vive con la seguridad de que tu amor seguirá siendo parte de ella. La conexión prevalece porque has influido en su sistema, y el de ella en ti ¿Qué más grande prueba de que el amor existe que esta que es posible demostrar? 

Seguramente Dirac sonreiría orgulloso de haber revolucionado también la ciencia del amor. 

Marta Ro.

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4 comentarios

  1. Desde que comencé mis charlas amenas con Alma y contigo he descubierto las creencias falsas que tenía del amor, y de cuántos botones «falsos» tenía, agradezco esa parte, pero ahora estoy en modo reconstrucción y entiendo que a cada persona que se cruzo y me cruce en su camino ha sido por algo y para mi más alto de bien de evolución.
    Gracias por que se que transmites desde el amor y al menos a mi me enriquece¡!¡!

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