Hoy dices que estás orgulloso de ser mexicano, pero el resto de los días le prendes fuego a México señalando lo que está mal.
Porque te gusta ver a tu país arder mientras hoy juegas a ser mexicano.
Porque quieres “cambiar las cosas” desde tu celular.
Mientras tú te ves el ombligo, afuera el país está ardiendo ¿Es tu culpa? No ¿Es tu responsabilidad? Sí.
No hay culpas, hay posturas qué tomar y responsabilidades para accionar.
Quiero que notes en qué te distraes, ¿a qué le dedicas tus 24 horas?
Todos sabemos los problemas que atravesamos como nación y sé que conocer la realidad resulta muy abrumador. Por eso tu mente te dice que es demasiado grande para resolverlo, que mejor veas para otro lado y te distraigas.
Pero el liderazgo grande empieza contigo, con autoliderarte para que otros vean en ti el ejemplo y la posibilidad.
Se es líder de lo menos a lo más.
Empieza con lo pequeño, con tu colonia, con tus vecinos, con ser líder en tu trabajo; siendo tu palabra de honor, colaborando con los demás, haciendo equipo.
¿Sabes por qué resistimos tanto lo que ocurre en México? Porque lo vemos demasiado grande y sentimos que nos rebasa, pero se siente así porque nos cuesta resolver los detalles simples de la vida. Si esto es verdad, ¿cómo seremos capaces de atacar lo más grande?
Hoy te pido que seas un líder para México, y eso significa vivir con la conciencia de que eres un impacto. Lo que haces y no haces importa. La actitud con la que sales a tu país, a nuestro país, permea y arma el contexto para que todo lo hoy vivimos ocurra, lo bello y el caos. Es un efecto en cadena.
¿Quién eres como hombre, como mujer, como lo que sea que te identifiques? ¿Quién eres como ciudadano?
El voto es el mínimo indispensable que pide de ti tu país.
Tu evolución, tus talentos y tu propósito son para entregarlos, para construir en conjunto el país que queremos ver. No para ganar dinero ni para saquear o para aprovecharte de los demás.
Si tienes la posibilidad, tienes la responsabilidad.
Tengo un sueño grande: que los jóvenes de mi país tomen sus riendas; realmente me preocupa saber quién va a llevar el liderazgo de México. Sí, sí nos toca. Nos toca poner ideas sobre la mesa, contribuir y regresarle a este país lo que nos ha dado.
Hoy sé que vivo y daría mi vida por México, porque soy de los que se levanta todos los días para aportar y para despertar a la conciencia a los demás, poco a poco, un mexicano a la vez.
Marta Ro