Saber el camino es la consecuencia de la fidelidad a ti. Cultivar la honestidad y la autenticidad contigo serán tu guía en un mundo ciego. Esto es tu brújula personal, saber que el norte lo señalas tú.
Luego de un año tan retador, tan de estar dentro de manera física y emocional, nos hemos replanteado nuestra manera de vivir, de convivir y hemos encontrado, o diseñado, nuevas formas de mantener la estabilidad en medio de la incertidumbre. Hoy somos más conscientes, o se espera que lo seamos, sobre la nueva realidad y todo lo que la integra; comprobamos que es posible trabajar y generar desde el espacio personal; nos convertimos en seres humanos responsables de nosotros y los que nos rodean, pero también, nos descubrimos en la intimidad de nuestros hogares y espacios en solitario. Las lecciones de 2020 serán la flecha para el año que comienza, y seguramente, durante muchos años más.
De lo aprendido e integrado este año nace la necesidad de crear tu propia brújula que rompa con los viejos caminos conocidos y sortee las normas del condicionamiento social y el deber ser. Has comprobado que fórmulas pasadas no funcionan para cambios tan drásticos como una pandemia. Entonces, ¿qué persona requieres ser o en quién te convertiste luego de las lecciones de 2020? Tu brújula personal no es más que integrar a ti lo que te apoyó a sacar la nariz de este año para entrar al nuevo mundo.
¿Qué prácticas adoptaste?
¿Cómo te cuidaste?
¿Cómo cuidaste a los demás?
¿Qué valores desarrollaste o fortaleciste?
¿Qué maneras de ser fueron necesarias?
Todo ese autocuidado y manera personal de leer lo que actualmente ocurre en el mundo forman tu brújula para guiarte en el momento presente; del mismo modo, afianza lo que es bueno para ti porque tú así lo has elegido, te lo demostraste este año. Guiarte por tu brújula personal no te permitirá caer de nuevo en el deber ser o en el qué dirán; te impedirá volver a enrolarte a vivir en el automático o a ciclarte en viejos hábitos. Te harás caso a ti mismo sobre lo que te hace crecer y evolucionar.
Este año sobre todo viviste tú contigo; te conoces y sabes qué dirección seguir, o quizá no, pero aprender a escucharte y callar el ruido de afuera te permitirá tomar mejores decisiones para emprender tu propio camino. Cuando te sientas perdido, voltea a ver tus pies, voltea a verte, tú y sólo tú sabes cuándo ir hacia adelante o hacia atrás, cuándo tienes que dar un paso al sur para dar dos al norte o cuándo hacerte a un lado para dejar que los demás también avancen. Sé tu propia brújula en un mundo impersonal. Pregúntate de qué se trata TU vida y cómo quieres marcar TUS pasos para caminar hacia TU rumbo, no al que señalan otros; sólo de esta manera avanzarás entre la voracidad del exterior.
Aprecia el ser humano que 2020 hizo de ti; valora, ama y agradece la oportunidad de marcar tu propia ruta y seguir hacia adelante, a todos los puntos cardinales. Guiarte por ti mismo nunca será camino equivocado.
Marta Ro