En un experimento, un ratón y un científico participan para demostrar que llegar a un resultado no es a través de un solo camino, sino que todas las rutas son posibles porque nunca sabes cuál será la que te guíe a la recompensa.
El objetivo: un trozo de queso. Nivel de dificultad: una estructura con tres tubos.
El ratón ha visto más de tres veces el trozo de queso en uno de los tubos. Cada vez que el científico lo coloca en la estructura, el ratón va al tubo en el que recuerda que está el queso. Su mente ha asociado ese camino con la recompensa. Sin embargo, un día el científico decide cambiar de ubicación el trozo de queso y ya no está en el tubo de siempre, ahora el ratón tiene que ir a buscarlo.
El ratón no entra en crisis, se desespera y desiste de la misión. Va por cada tubo una y otra vez hasta encontrar el queso. Esto le puede tomar horas o días. Está dispuesto a atravesar el obstáculo para tener su recompensa.
Ahora traslada esta misma situación pero contigo en lugar del ratón. El queso es eso que anhelas y has intentado construir: tu negocio, tu relación, tu independencia, tu familia. Todo lo que resulte una recompensa o represente un resultado para ti. La vida es el científico que parece que todo lo ha puesto claro para ti hasta que un buen día te cambia la jugada y tienes que ir a buscar por otro lado.
A diferencia del ratón, el ser humano colapsa, entra en crisis y se niega a ir por un camino diferente al conocido porque perder el control le asusta, es uno de los miedos que termina con los sueños. Lo que ocurre es que nunca va a buscar la recompensa yendo por otro lado y se atora una y otra y otra y otra vez porque quiere tener la razón de que, por donde iba, es el camino correcto.
Pelear todo el rato por tener la razón es lo que no te deja ver más allá de tus narices; la resistencia nubla la posibilidad. Lo que te pone el pie es que crees que lo que tú has creado en tu mente es el camino seguro y definitivo, pero el experimento puede cambiar en cualquier momento -mira la pandemia-, y si no tomas otra ruta, nunca sabrás dónde está la recompensa.
No hay más necio que el que quiere tener razón.
Nunca llegarás si no te abres a la posibilidad de que la recompensa puede estar en el tubo 3 y no en el 1 como tú visualizaste. La rigidez de tus formas y tu pelea por tener la razón de: así es, por aquí es, así se ve o esto debe suceder, le resta magia a la acción que el Universo puede obrar sobre ti. La vida siempre te va a empujar hacia tu destino, el problema es que a ti no te gusta lo que hay en medio, pero hay precios que pagar, y quien resiste, se atora y no avanza.
Sé el ratón del experimento. Tu queso nunca ha dejado de estar en algún tubo. Salte de la cuadratura de tus formas y explora los distintos caminos; pruébalo todo; ve y regresa; entra por un lado y por el otro. A veces se verá oscuro, difícil, cansado o rudo de atravesar, pero puede ser ese el camino en el que encuentres la olla al final del arcoiris.
Marta Ro.
2 respuestas
Confirmo que nada es seguro, todo cambia y a reinventarme. Voy por el queso!
Viví la experiencia de INTRO En M:MQ, Viví la experiencia de EIP en M:MQ por cierto, mi estiramiento fue CUPIDO. Esto fue en 2017. El año pasado 2021 vivi la experiencia de casi perder la vida en Febrero (antes de la pandemia), perdí mi salud, mi fuente de ingresos. Fue hasta ese momento que, entendí elste relato en carne viva. Ahora estoy abrazando con amor mi nueva «Actividad Económica», soy Terapeuta en MTCH. He ayudado a sanar a gente enferma del cuerpo de la mente pero sobre todo del espíritu.
Tengo un ingrediente sanador en mi que yo no conocia, hasta que me «estiré» para salvar mi vida. Hasta después de 4 años entendí que mis elecciones tienden a buen éxito callando mis conversaciones internas.