Mis propósitos de vida

En un parpadeo, ya saltamos la primera mitad de enero; siguen aún frescas las motivaciones y esperanzas de que este año sea mejor que el anterior, y todavía se mantienen firmes los propósitos que cada uno hizo para este 2021. Pero qué si yo les digo que sólo fue un ajuste de calendario y en realidad seguimos en la raya de saber si ahora sí viven con propósito -no de propósitos- o continúan viendo pasar otros 365 días en automático.

Les invito este año a hacerlo diferente.

Primero, a cambiar la idea de “esperar” que una lista de ‘lindos deseos’ se cumplan, y luego, a nombrar -y practicar- su vida como el ejemplo de un sólo evento: vivir a propósito y con él. 

Comiencen por descubrir el suyo, ya vive dentro de cada uno. El propósito no es lo que desean o van a ser, es quienes son. Parte de su esencia que se deja ver en todas las áreas de su vida: lo bello, lo rudo, lo incómodo, lo amoroso o lo doloroso que los hace ser es la punta de lanza para reconocer su propósito que les permita vivir a partir de él.

Hay una lucha interna que vivo cada fin de año, y es que me gustaría contar con un megáfono universal para comunicar a todos que los propósitos no se enlistan, y con base en ellos, pueden vivir el siguiente año. Se vive con propósito todos los días; pero al mismo tiempo entiendo que cada uno vive su propio camino y el proceso de descubrir un why que le dé dirección a sus pasos es absolutamente personal. Si están aquí, en este espacio, saben que el corazón de lo que hacemos es el propósito. Cada una de las acciones y movimientos que ocurren están anclados a un fin más grande que lo que ven en mis canales: inspirar a México para despertar a la gente a vivir desde su propósito y con una mentalidad de contribución y acción.

Si ya viven desde su propósito, los resultados que esperan en su vida sucederán por añadidura, porque tiraron la piedra lejos y quieren para los demás lo que quieren para ustedes. Esa es la auténtica reciprocidad con el Universo. Cuando consigan salirse de un ideal de vida de posesiones y pertenencias, conseguirán más de lo que esperan. El propósito es expansivo e involucra a su comunidad, a su tribu; es una manera de vivir que impacta a los que están cerca y miran en ustedes un ejemplo de lo que significa preguntarse todo el rato ‘¿Para qué?’.

Por ello es que pensar en propósito como deseo lo reduce a cero; propósito es acción con consecuencias masivas: para qué están aquí, para qué pelean por estatus o por dinero, para qué quieren llegar a donde quieren, para qué quieren tener, para qué, para qué, para qué. Si todo se reduce a ustedes, a su “felicidad” o tranquilidad, es válido, pero ahí termina. Vivir con propósito siempre les llevará al siguiente paso, a un nivel mayor para hacer más también por los demás.

Así que este 2021 les invito a rascar dentro de ustedes para moverse a partir de su propósito cada día del año. Comiencen por preguntarse el para qué de todo lo que hacen, las respuestas que obtengan son lecciones para saber cuál es su siguiente paso. El juego real de vivir con propósito no es sentirse “mejor” con ustedes o ser “mejores personas” por sobre los demás, sino saber que como se mueven, importa, pues hay gente que vive a su lado, gente que depende de sus decisiones y que puede crecer sólo por estar cerca de alguien con una visión diferente, más humana. 

Elevemos en general el juego de la vida siendo nuestro propósito cada día. 

Dejen de desear y comiencen a diseñar una vida con propósito hoy y para siempre.

Marta Ro.