La intención en los espacios de tu hogar

Me encanta este tema y por eso elegí traerlo al blog esta semana porque allá afuera escuchamos y leemos constantemente acerca de la intención: intenciona tu día, tu vida, tus momentos, pero ¿Qué hay de nuestros espacios? 

Comienza por tu casa. 

Con la pandemia, nuestra casa se convirtió en un universo donde todo ocurría en un mismo lugar; así que por ello es importante delimitar el rol de cada espacio para ubicarlos y nosotros en ellos. A qué me refiero: ocupar cada sitio para lo que es, de lo contrario, perdemos la intención de cada uno y la energía se revuelve, lo que muchas veces genera caos.

En ocasiones anteriores he escrito acerca de lo que verdaderamente significa intención, que no es más que: energía en acción. Si esto es así y te pido que intenciones cada espacio de tu casa, entonces el mensaje es ¿Qué energía das a cada espacio dentro de ella? Créeme, sí importa. Importa que separes qué lugar es para qué actividad. Por ejemplo. Si no lo sabes, es en nuestra habitación donde la energía es mayormente pesada puesto que ahí dormimos, descansamos y soltamos el cuerpo físico y la mente al final del día; por lo tanto, trabajar o comer ahí no es la mejor idea. 

Lo mismo ocurre cuando comes en tu cama o trabajas viendo la televisión; tu mente recibe mensajes confusos y las energías se mezclan ¿Es bueno o malo? No tiene que ver con juicios, sino con hacer en su sitio lo que corresponde, eso es intencionar los espacios de tu casa: meter la energía que trabajar necesita, comer requiere o descansar pide. 

Muchas veces me preguntan cómo consigo optimizar mi tiempo y mi día para hacer todas mis actividades, y puedo decirte que mucho tiene que ver con esta práctica. Cuando intenciono mis espacios sé qué momento vivir cuando estoy en ellos, y por lo tanto, mi atención está puesta en trabajar, en comer, en descansar, en estar con mi mascota, en compartir con mis amigos. Sentirte estirado en tu propia casa sólo creará caos en tu mente porque la energía es la misma en todos lados: por aquí, por allá, comes pero trabajas, pero tienes la televisión encendida, pero escuchas música, pero estás con la computadora en la cama, etc.

¿Quieres empezar a llevar una vida más ligera? Ordena tu propia casa. Empieza por ser claro con tu intención en cada espacio y comenzarás a delimitar, pero sobre todo, a honrar la importancia de cada uno, y eso es un mensaje también para tu mente: es tan importante prestar atención al trabajo como al descanso, como a tu recreación, como al momento de cocinar y alimentarte. 

Luego te será más sencillo llevar este hábito también a tu vida para intencionar cada junta, cada reunión, cada comida o cada encuentro con alguien. La energía que eliges meter a la vida comienza en ese instante en el que determinas qué vas a hacer y cuál es el propósito de estar ahí. 

La intención es lo que cuenta, nunca mejor dicho.

Marta RO. 

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